miércoles, agosto 30, 2006

El sol trae un nuevo sol

Tras desfigurarse en el patio 10 del patíbulo del centro, salió corriendo en búsqueda de la obra en silencio de aquella autora fugaz y calma como el texto melódico que había construido en una tarde fresca junto a un beso.

Combinamos hasta el alma -dijo hoy-, dije yo que jugar al cíclope y dejar un beso pendiente, a punto de ser mordido cada labio eran instancias bellas, de gatos y payasos.

Es cierto, hay soles que despiertan una mañana trayendo nuevos soles con la misma cara del sol de los Teletubbies (miren qué bonita comparación), porque aunque el programa sea un poco tonto la sonrisa sea cual sea siempre impregna de colores vivos y matizantes, de alegría y paz.


Cuando el loco volvió al patio 10 del patíbulo del centro, a la autora de la obra le robó un ojo, sus labios...

y el corazón.

martes, agosto 22, 2006

Me mudo a lo mudo de la palabra

Estoy tan cerca de tocarte
y mira qué fácil parece
-cada palabra-
como si la vida fuese pulsar
un timbre
muro y encuadre de madera.

Tan fácil parecer
que falsamente el ratón
del fondo mohoso
creerá: esto es más de lo mismo.

Y mira cómo de pronto
me pierdo entre atajos
que no debo sortear.


¿Donde pierdo tu ausencia?


Si no la encuentro
por rescatarla
volcaría el aire
clavando la daga
en el centro
de un poema.


Pero es cierta la insistencia: Tenemos Nerudas,
Lihnes y Benedettianos por doquier

Pero a ti lo simple no te atrapa

Porque eres cautiva de tu propia libertad
un ave más que retórica
-el ojo robado de mi creación-
silueta manchada por dedos de miel y canela


Eres la antonomasia de todo este rodeo de palabras.




Tal vez porque este espacio tiene características de mayor "intimidad" comentaré un poco sobre este -último texto escrito por mi autoría-, cosa que no hago habitualmente, pero creo que este poema amérita comentario.
Muchas veces escribo para dejar constancia, marcas o pequeños destellos de una intuición que no tiene explicación a través de palabras, simplemente es, vive y convive en mí. Entonces pasan los días y me voy encontrando conmigo mismo en esos textos y una expresión se viene en el momento, indescriptible quizás, pero que deja claro que la poesía va dos o tres pasos adelante de los míos.

Suena la sirena de las 12 p.m., en un día soleado y sin soles.

jueves, agosto 17, 2006

Testimonio de Calambre : Un cuidador de Autos

En su vida sólo dos veces gente a intentado robar uno de los autos que cuida. Cuando encontró al delincuente in fraganti esbozó un dulce comentario : !Bájate conchetumare!.

Esa fue la historia, bella en su forma de rescatar la esencia de lo cotidiano.

miércoles, agosto 16, 2006

Algo del momento

Eran diez para las ocho de la mañana e iba caminando directo a Clases de Literatura Medieval Española, en una especie de film donde todas las tomas son de segundo plano y los cuadros son poco nítidos. En eso, un pedazo de cemento del suelo estaba levantado y tropecé levemente, un instante que no olvidáré porque fue como despertar a un gran león que guardaba reposo y de pronto lo tenía encima y yo estaba totalmente desprevenido antes de ese incidente que me hizo abrir los ojos nuevamente y recordar donde estoy y cuál es el ritmo de vida que se lleva acá, probablemente me quedé estancado en las lluvias chilotas y olvidé los rayos de sol secos de la Capital.

Le susurraría al oído a una mujer invisible : Si el silencio me hizo callar no es porque yo lo quisiera sino que procuró hacerte escuchar las palabras correctas en el momento preciso.

La sinergia dice que dos pueden ser mucho más que dos.

martes, agosto 15, 2006

Un hombre micronómico

Seguramente hubiese preferido escribir algo más poético, pero todo el mundo (Y al referirme a "todo" lo hago a lo estático y lo dinámico)tiene periodos de sequía, de distintas índoles lógicamente. Hay ideas, eso es cierto, también es cierto que no existe en este instante la capacidad para unirlas.

Un freno de mano hiperliteral clavado en la mente misma.

Pero a la vez una imagen de nube con cara de mujer triste, o más que eso, intuición concedida por algo que escapa de mi comprensión.

Un lenguaje que rebasa lo lógico, que traspasa umbrales sensoriales.

Más cierto es que existen las contradicciones y las contraindicaciones [en los medicamentos], los efectos de la confusión (la mente misma) y lo poco que una persona puede conocerse fisiológicamente hablando. Ideas totalmente paralelas pero que son capaces de unirse en un mundo inventado con el freno de mano en plena lucha : Espacio versus Espacio.


Recuerdo el cielo de Chiloé.

domingo, agosto 13, 2006

El paso de lo onírico a lo real : Miedo

Cuando un ojo pase de ser un ojo onírico y se convierta en un ojo real admirando otro ojo, que en un universo de probabilidades sea exclusivamente mío.

Dar un paso, una postura radical, ese es el miedo.

Y no es necesario escribir más porque en lo dicho se concentra todo.

viernes, agosto 11, 2006

Ojo Robado

Y si no es la magia
es algo mundano
y si no es el suelo
son mis manos
y si no es Superman
ni Peter Pan

Es un ojo robado.

Eso es.

El estómago me duele, de dolor, de molestia para ser más claro en el inciso aclaratorio, donde caminar por el pasto no deja de ser excitante aunque sea el mismo cada día, suelo percibir el olor a mañana fresca y húmeda, y de pronto transformamos todo panorama de angustia y lo llevamos a un prado plano de fisuras y relieves arquitectónicos. Características de una semántica obnunilada entre una mirada de paso, o dos, quién sabe, el camino es corto al igual que los pasos en áreas verdes reducidas.



El ojo robado es lo onírico que mi mano no crea, pero que la vista recrea como ejemplo no conjugable poéticamente.


El ojo robado es una taza de té (Léase el poema "A una mujer" de Julio Cortázar)


Por ahora.

martes, agosto 08, 2006

Juego de Niños ( Texto participante de Santiago en 100 palabras 2006)

Las zapatillas rotas. Un par de ideas vagas sobre un futuro desprovisto de esperanzas. Jugaban como siempre, en su inocencia corrompida. Corrían por la pasarela, uno había robado algo al otro. Nadie logra distinguirlo. Un instante: el joven ladrón es alcanzado por su amigo, coge una gran roca que por casualidad se encontraba en el suelo. Comienza un forcejeo, del simple juego las cosas cambian drásticamente. La piedra en caída libre, un segundo pasa e impacta el parabrisas de un auto, donde viajan tres personas, entre ellas, un bebé. La madre herida.
El resto de la historia todos la conocen.



Claudè Belanè.

La lluvia en Santiago

Es extraño, pero hoy lo notamos con una amiga : comenzó a llover, y la gente de inmediato se puso a caminar rápido, como si la lluvia fuese una especie de veneno mortuorio que en su excesivo contacto con el cuerpo se transforme en arma letal.

Letal, viendo con más detención la palabra, es realmente monstruosa, de un significado colosal.

A la gente no le gusta mojarse, eso tal vez sea lo más obvio, le carga llegar empapados a sus casas, especie de portadores de cuerpoextraño, desazón, etcétera.

A mi me gusta la lluvia, la de hoy, la de goterones gigantes en Chiloé, y con mucho viento además, la lluvia sin agua, esa silenciosa que se desborda por los contornos de los ojos, la lluvia que sólo se siente, pero que da calma, una calma única, tranquila.

La lluvia de temporales es para tomarse un café y reflexionar, extraño el temporal anual de Chiloé, creo que los 2 años anteriores a este tuvieron varios recuerdos repletos de contenido para mi vida, pero bueno, los recuerdos son recuerdos y en eso deben morir.

La lluvia en Santiago es seca, como la gente, que poco disfrutan las maravillas de la naturaleza, suena una cítara, suenan mis dedos articulando un pequeño niño jugando en el barro.

Dos días y hace frío, el invierno es más corto, y cargado de lluvia santiaguina.

Esta ciudad me llamaba, y yo acudí a tal manifiesto.

Y está bien todo,
eso sí.. !Cese al frío!

viernes, agosto 04, 2006

La noche del 3 de Agosto se mojaron más que mis zapatos.

No quiero emociones vacías. Tal vez después de tanta lluvia esas fueron las palabras que me quedaron sonando aunque nadie las haya dicho. Creo que aún no es tiempo de otro cambio, aún hay un desenlace sea cual fuere que debe desenvolverse, y soy de las personas que no quedan satisfechas con situaciones cojas. Ayer llovía a cántaros, goterones intensos, y los rodeos siempre son inevitables en nuestras dialécticas.

Está bien, dentro de todas las probabilidades que barajaba ero lo que predecía como suceso más concreto de pasar, el tiempo otra vez, nunca me ha preocupado el tiempo.


Nadie sabe como termina la historia.



Hacía frío.

Se mojaron mis calcetines.